¡Hola, mundo!

Dentro de lo que hemos dado en llamar Sociedad de la Información, los sistemas de telecomunicaciones se han convertido en una necesidad absoluta, en una herramienta que ha revolucionado nuestra forma de vida. Asimilamos nuevas invenciones a un ritmo vertiginoso y al poco rato actuamos como si hubieran estado ahí desde siempre. ¿Te imaginas prescindir totalmente de la televisión, del teléfono, de cualquier medio de acceso a Internet e incluso de la radio del coche? ¿Podríamos soportar las actuales densidades de tráfico aéreo y marítimo si no contáramos con sistemas de navegación como el radar o el GPS? ¿Qué precisión podríamos esperar de las predicciones meteorológicas sin ayuda de ojos espaciales como los del Meteosat? Dependemos de estos cacharros y nos volvemos exigentes con ellos, pero rara vez nos preguntamos por su funcionamiento o nos paramos a pensar sobre cómo podrían mejorarse.

Este blog pretende dar a conocer la ciencia que hay detrás de los sistemas de telecomunicaciones, de un modo accesible para todo el mundo. Aunque existe el convencimiento general de que las telecomunicaciones son cosa de gente muy inteligente, casi todo se construye sobre conceptos relativamente simples. Veremos que muchos de los sistemas que nos hacen la vida más fácil derivan de observar atentamente cosas que nos rodean, darles vueltas a muchas intuiciones... y dejar que la física, la química, la electrónica, la informática y, por encima de todo, las matemáticas, nos permitan llevar esas ideas mucho más allá de lo que podemos percibir y mucho más allá del espacio en el que podemos influir directamente. Así explicaremos cómo puede ser que las señales de radio pululen por el aire sin que veamos o escuchemos nada; cómo que los cables transporten información sin moverse ni hacer ruido; cómo que nuestras palabras puedan viajar miles de kilómetros aún cuando nuestra voz apenas puede oírse a distancias mayores de unas pocas decenas de metros, etc. 


Teniendo claros tres o cuatro conceptos básicos (que aparecerán en repetidas ocasiones), podrás entender cómo hemos llegado a meter cientos de millones de transistores en un chip del tamaño de una uña, a transmitir cientos de megas de información a distancias intercontinentales en pocos segundos, a soportar millones de conversaciones simultáneas sin tender millones de cables, etc. Y así estaremos en condiciones de entrar en detalles concretos de sistemas como el teléfono, la radio, la televisión, el GPS o los robots que tenemos circulando por la superficie de Marte.

La idea es ir avanzando en el entendimiento de los sistemas de telecomunicaciones con un lenguaje sencillo y tirando de anécdotas, curiosidades, ejemplos sacados directamente de la vida diaria, etc. Con ello, además de demostrar que las telecomunicaciones modernas no son tan complejas como se suele pensar, pretendemos hacer ver que la tecnología no viene del cielo, sino que resulta de la acumulación de contribuciones de miles de ingenieros y científicos de casi todas las ramas del conocimiento –de hecho, puede que las telecomunicaciones sean el campo donde más rápidamente encuentran aplicación muchos de los hechos científicos que vamos comprendiendo. En esta línea, también nos pararemos a conocer detalles de las vidas de algunos de los más grandes descubridores e inventores, que en muchas ocasiones darían para escribir un culebrón. Historias de genialidad, de dedicación, de ingenio... pero también de casualidades, de mala suerte y de mala leche.